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26 de jul. 2013

Entrevista a Marta Ardiaca

Entrevista a Marta Ardiaca, 
directora del Proyecto Cultural La Capsa, el Prat de Llobregat.



GESTIÓN CULTURAL DE PROXIMIDAD


El trabajo cotidiano para las personas 



Gestora Cultural, con estudios de Filología, postgraduada en Dirección de Empresas, plataformas e instituciones culturales del IDEC de la Universidad Pompeu Fabra.
En su trayectoria profesional destaca ser actualmente  técnica de cultura en el  Ayuntamiento del Prat de Llobregat, haber sido gestora cultural en el  Centre Cívic Besòs, haber hecho soporte a la producción y Gestión de Cultura en Vivo en la  Universidad Autónoma de Barcelona.
Nos sentamos a tomar un café y la entrevista se transforma en una conversación relajada, es una mujer activa, habla rápido y con energía.
Partimos conversando sobre sus inicios, hasta pasar por el momento actual y por su visión respecto a esta profesión.


¿Qué te motivó a trabajar en gestión cultural?

Vengo del sector asociativo, aquí en Catalunya he participado en los Esplai, desde pequeños entramos y lo que hacemos es los sábados por la tarde, te juntas con otros chavales, hay un modelo asociativo que se encarga de ocupar a los chicos en su tiempo libre, con la idea de generar espíritu crítico, mecanismos de socialización, entre otros. Estando el Esplai, cuando ya era más grande, pasé a ser monitora y entré en muchas otras asociaciones, diablas, de cultura popular y tal. Mi afición viene desde el voluntariado, en haber participado en diferentes proyectos sociales de base en los que te encuentras en la ciudad haciendo cosas, soy de Cerdanyola del Vallès, después estudié filología hispánica y comencé a desarrollarme en la gestión cultural e hice el postgrado en la Universidad Pompeu Fabra.

¿Cuál fue tu primer trabajo formal en esta área?

Entré en la Universidad Autónoma de Barcelona a hacer soporte a la sección de cultura, había cine, teatro, en fin grupos estables, por lo tanto, ingresé para dar soporte a la producción que había allí, estuve un año y me fui a trabajar a un centro cívico.

El trabajo en los centros Cívicos

El trabajo en los Centros cívicos es lo más que ha motivado porque es el espacio de acceso a cualquier proyecto cultural, es decir es lo más cercano a nivel de barrio para cualquier persona, lo que permite al menos, a priori poder hacer más cosas y acoger más proyectos ciudadanos, a partir de ahí entré en el centre Cívic Besòs, y estuve un año y después al centro Cívic Sant Jordi Rivera Baixa en el Prat de Llobregat.
En el 2006 entro en el Proyecto Cultural La Capsa ahí estuve dos años, hasta que comenzaron las obras del metro y desde el 2009 se debió cerrar el edificio, a mediados del 2009 cerramos el centro y desde entonces, pues, seguimos trabajando en el proyecto, pero sin edificio.

¿Cómo enfrentas desde La Capsa el acercamiento a la ciudadanía?

Se trabaja y se intenta, la vocación de nuestro trabajo es ser  conscientes de que somos trabajadores públicos e intentar  que ese proyecto sea un proyecto que realmente responda a las necesidades del marco donde está, de todas maneras nuestros proyectos podrían funcionar con mucha más trasparencia y coparticipación. Nosotros  buscamos que la gente se implique, que cada vez organice más las cosas, un poco también que usurpe poder a lo público y pueda auto organizarse y cada vez más delegar en la propia organización ciudadana, pero es cierto también que es muy difícil y hay momentos en que no sabes si es la administración la que quiere y tiene esa vocación de implicar a la gente y si la gente se siente interpelada, pero claro, la base debería ser esa, un trabajo participado en el que nosotros mediáramos para facilitar un acceso a la gestión de esos bienes públicos y poderlo hacer con la ciudadanía, intentamos hacerlo y buscar mecanismos.

¿De qué modo se acercan a  la ciudadanía?

Es complejo, pero lo que hemos conseguido es más diálogo, trabajo mucho más de proximidad y de buscar siempre donde estar, buscar qué piensa la gente, sí que nos falta el paso de que haya gente que decida sumarse y organizar cosas y ante lo cual la administración, pueda hacer pasos atrás y ceder terreno por que sí que a veces hay mucho intervencionismo en aquello que hacemos, hay una política cultural detrás, esa política debería delegarse también más en clave de grupos ciudadanos.

Es difícil también, porque muchas veces la ciudanía espera la intervención del Estado de manera dirigida…

Hay riesgo también por que surge el ¿Qué hay de lo mío?, determinados grupos con intereses se preocupan por lo suyo por aquello que les compete directamente, quiero actuar, quiero un concierto, hay una voluntad de un uso individual de los recursos públicos y en eso también debemos velar por que no sea así.

En el trabajo de La Capsa hay ¿cooperación privada en el sentido de patrocinio o financiamiento compartido?

Tal  y como está ahora el proyecto de la Capsa, hay un contrato con Trànsit Projectes que hace la gestión de los servicios, el equipo de la Capsa forma parte de Transit, se realiza un concurso público cada dos años, pero al no tener edificio, no hay en este caso un porcentaje de financiación que se le exija a la empresa, no le pedimos este porcentaje de financiación, que es en general a partir de las cuotas, de las entradas, del alquiler de espacios, pero en este caso en la Capsa no existe.
Todo lo que se genere de ingresos extraordinarios revierte sobre el proyecto, a nivel de financiación privada no se trabaja.

¿Promueven la financiación privada de las organizaciones que participan den la Capsa?

Ayudamos a gente de la ciudad que está intentando sacar adelante sus proyectos intentado darles visibilidad, tratamos de trabajar con empresas de la ciudad que están empezando, por ejemplo con los creadores locales jóvenes, en vez de buscar un fotógrafo profesional que ya está trabajando, trabajamos con el emergente, la gente que hace diseño, audiovisuales, diseño, etc. Conociendo el tejido de la ciudad, lo que intentamos es apoyar a la gente joven que empieza, con el fin de que sea un proceso de acompañamiento para ellos y para que puedan profesionalizarse.

¿Han tomado modelos de otros equipamientos parecidos y que trabajan el tema de la música?

La Capsa, ha ido evolucionando y en esa evolución se ha visto influenciada por modelos y hemos vistos modelos, pero más desde la distancia. Por ejemplo, las casas de música popular tienen un proyecto muy similar a la Capsa, ha sido un referente, pero desde la distancia ya que La Capsa trabajaba desde antes de que existieran estas casas, por otra parte, estas casas son cooperativas de iniciativa privada, intentan hacer un modelo que sea sostenible económicamente desde la economía social, con participación pública…Somos muy diferentes a la mayoría de proyectos musicales que hay en Catalunya.

Desde la gestión que realizas ¿En qué inviertes mayormente tu tiempo del día, a qué le pones más energía?

Como es un equipo pequeño, toda la parte del comunicación del proyecto la llevo yo, uno de mis compañeros es muy bueno en producción, por lo tanto, para que me voy a poner a hacer producción de actividades si tengo al lado a un crack que se puede dedicar. Por lo tanto, llevo lo que sería planificación evaluación y comunicación y dinamización. Lo que intento siempre es estar en todas las reuniones con jóvenes, con la gente interesada, eso no lo delego, a veces me acompaña alguno del equipo

El cara a cara…

Exacto, el cara a cara es lo que no se puede externalizar, mañana se puede ir el equipo y la empresa que está contratada, pero el capital social del proyecto, lo hemos de tener en el Ayuntamiento.  De acuerdo a los calendarios a veces hay más dedicación a los temas ciudadanos y en otros más a los temas de planificación, ahora que vamos a empezar las obras, mi carga de trabajo se moverá hacia otros espacios.

Respecto de la formación en gestión cultural, ¿Crees que es necesaria en este trabajo?

Depende de qué formación, creo que es necesario formarse y aprender, que es necesario tener una bases conceptuales fuertes, porque las metodologías las aprendes, pero hacen falta unos criterios que no siempre se enseñan y hay que tener, una vocación de saber en qué proyecto estás y desde donde miras tu relación con la cultura y eso no lo encuentras a veces en los máster de gestión cultural.
Como gestores debemos tener claro que no somos portadores de la sabiduría, hoy todo está conectado, lo que puedes ayudar a hacer, es poner en contacto a gente, en dar oportunidades para que pasen cosas, son detalles sutiles pero que se aprenden en el día a día, es el aprendizaje continuo que no está sólo en el aula.
Claro que es necesario conocer las metodologías de evaluación, de cómo comunicamos las cosas, etc. esto no podemos perderlo de vista pero hay todo un grueso que se aprende afuera, que se aprende en la calle, que se aprende con la gente.

¿Qué principales debilidades y fortalezas ves entre los gestores culturales?

Uy, jajaja, fortalezas, es que creo que la mayor parte de la gente se dedica a la cultura, le gusta, le apasiona su trabajo, la mayor parte de gente que acaba entrando a este sector es gente que se siente muy atraída por cualquier manifestación artística y cultural y las  debilidades, una es el aislamiento, lo fácil que es aislarse en relación con la gente, como con los compañeros de sector en donde es imprescindible el intercambio, el encontrase y describir sus experiencias, y con otros sectores y claro está con los ciudadanos. La otra gran debilidad, es la precariedad en la que la mayor parte de gestores viven, por precariedad económica, laboral, de horarios, es decir, los horarios de esta profesión son los que son, entonces acabas haciendo una vida de cierta manera que se aguanta por hilos, pero serían esas.

¿Qué le aconsejarías a quién quiere estudiar gestión cultural?

Pues básicamente que su formación puede empezar con un máster, pero necesita seguir formándose, seguir leyendo, seguir cuestionándose constantemente qué está haciendo y darle sentido a aquello que está cultivando, que en el proyecto en el que esté, que se lo cuestione y tenga sentido, que le apasione, si no, es muy difícil.

El uso de la tecnología
¿Cómo las aplican en el proyecto, crees que es posible establecer relaciones en el espacio virtual más que meramente informativas?

Yo no soy “tecnoutópica”, pero realmente al proyecto de la Capsa como a mí en lo personal, me ha permitido contactar con mucha gente que piensa como yo, es decir, muchas veces esas conexiones virtuales empiezan virtuales y acaban en las calles, es decir, nosotros nos encontramos cada dos o tres meses con gente de toda España, con una colonia catalana aragonesa que nos hemos conocido por twitter y cada dos tres meses nos juntamos en un punto. Uno cree que a veces dentro de la gestión cultural tiene un pensamiento un poco raro o periférico o radical y estableces relaciones con gente  que es parecida a ti, pero de golpe en las redes sociales conoces gente que piensa como tú y eso te lleva a formar grupos de trabajo y también de afectos.
Cuando abrimos el  Facebook para la Capsa en el 2008 eso nos conectó con mucha gente porque se sentían identificados y además interpelados, sienten que es un proyecto humano, que hay personas detrás, finalmente somos personas hablando con personas, más que instituciones aisladas. 

Entrevista realizada por:
Carolina Pereira.