Entrevista a Marta Ardiaca,
Por Carolina Pereira estudiante del Máster Oficial de Gestión Cultural
GESTIÓN CULTURAL DE PROXIMIDAD
El trabajo
cotidiano para las personas
Gestora Cultural, con estudios de
Filología, postgraduada en Dirección de Empresas, plataformas e instituciones
culturales del IDEC de la Universidad Pompeu Fabra.
En su
trayectoria profesional destaca ser actualmente técnica de cultura en el Ayuntamiento del Prat de Llobregat, haber sido gestora
cultural en el Centre Cívic Besòs,
haber hecho soporte a la producción y Gestión de Cultura en Vivo en la Universidad Autónoma de Barcelona.
Nos sentamos a
tomar un café y la entrevista se transforma en una conversación relajada, es
una mujer activa, habla rápido y con energía.
Partimos
conversando sobre sus inicios, hasta pasar por el momento actual y por su
visión respecto a esta profesión.
¿Qué te motivó a trabajar en gestión cultural?
Vengo del sector
asociativo, aquí en Catalunya he participado en los Esplai, desde pequeños
entramos y lo que hacemos es los sábados por la tarde, te juntas con otros
chavales, hay un modelo asociativo que se encarga de ocupar a los chicos en su
tiempo libre, con la idea de generar espíritu crítico, mecanismos de
socialización, entre otros. Estando el Esplai, cuando ya era más grande, pasé a
ser monitora y entré en muchas otras asociaciones, diablas, de cultura popular
y tal. Mi afición viene desde el voluntariado, en haber participado en
diferentes proyectos sociales de base en los que te encuentras en la ciudad
haciendo cosas, soy de Cerdanyola del Vallès, después estudié filología
hispánica y comencé a desarrollarme en la gestión cultural e hice el postgrado
en la Universidad Pompeu Fabra.
¿Cuál fue tu primer trabajo formal en esta área?
Entré en la
Universidad Autónoma de Barcelona a hacer soporte a la sección de cultura,
había cine, teatro, en fin grupos estables, por lo tanto, ingresé para dar soporte a la producción que había allí, estuve un año y me fui a trabajar a un
centro cívico.
El trabajo en los centros Cívicos
El trabajo en
los Centros cívicos es lo más que ha motivado porque es el espacio de acceso a
cualquier proyecto cultural, es decir es lo más cercano a nivel de barrio para
cualquier persona, lo que permite al menos, a priori poder hacer más cosas y
acoger más proyectos ciudadanos, a partir de ahí entré en el centre Cívic
Besòs, y estuve un año y después al centro Cívic Sant Jordi Rivera Baixa en el
Prat de Llobregat.
En el 2006 entro
en el Proyecto Cultural La Capsa ahí estuve dos años, hasta que comenzaron las
obras del metro y desde el 2009 se debió cerrar el edificio, a mediados del
2009 cerramos el centro y desde entonces, pues, seguimos trabajando en el
proyecto, pero sin edificio.
¿Cómo enfrentas desde La Capsa el acercamiento a la
ciudadanía?
Se trabaja y se
intenta, la vocación de nuestro trabajo es ser conscientes de que somos trabajadores públicos e
intentar que ese proyecto sea un
proyecto que realmente responda a las necesidades del marco donde está, de
todas maneras nuestros proyectos podrían funcionar con mucha más trasparencia y
coparticipación. Nosotros buscamos
que la gente se implique, que cada vez organice más las cosas, un poco también
que usurpe poder a lo público y pueda auto organizarse y cada vez más delegar
en la propia organización ciudadana, pero es cierto también que es muy difícil
y hay momentos en que no sabes si es la administración la que quiere y tiene
esa vocación de implicar a la gente y si la gente se siente interpelada, pero
claro, la base debería ser esa, un trabajo participado en el que nosotros
mediáramos para facilitar un acceso a la gestión de esos bienes públicos y
poderlo hacer con la ciudadanía, intentamos hacerlo y buscar mecanismos.
¿De qué modo se acercan a la ciudadanía?
Es complejo,
pero lo que hemos conseguido es más diálogo, trabajo mucho más de proximidad y
de buscar siempre donde estar, buscar qué piensa la gente, sí que nos falta el
paso de que haya gente que decida sumarse y organizar cosas y ante lo cual la
administración, pueda hacer pasos atrás y ceder terreno por que sí que a veces
hay mucho intervencionismo en aquello que hacemos, hay una política cultural
detrás, esa política debería delegarse también más en clave de grupos
ciudadanos.
Es difícil también, porque muchas veces la ciudanía
espera la intervención del Estado de manera dirigida…
Hay riesgo
también por que surge el ¿Qué hay de lo mío?, determinados grupos con intereses
se preocupan por lo suyo por aquello que les compete directamente, quiero
actuar, quiero un concierto, hay una voluntad de un uso individual de los
recursos públicos y en eso también debemos velar por que no sea así.
En el trabajo de La Capsa hay ¿cooperación privada en
el sentido de patrocinio o financiamiento compartido?
Tal y como está ahora el proyecto de la
Capsa, hay un contrato con Trànsit Projectes que hace la gestión de los
servicios, el equipo de la Capsa forma parte de Transit, se realiza un concurso
público cada dos años, pero al no tener edificio, no hay en este caso un
porcentaje de financiación que se le exija a la empresa, no le pedimos este
porcentaje de financiación, que es en general a partir de las cuotas, de las
entradas, del alquiler de espacios, pero en este caso en la Capsa no existe.
Todo lo que se
genere de ingresos extraordinarios revierte sobre el proyecto, a nivel de
financiación privada no se trabaja.
¿Promueven la financiación privada de las
organizaciones que participan den la Capsa?
Ayudamos a gente
de la ciudad que está intentando sacar adelante sus proyectos intentado darles
visibilidad, tratamos de trabajar con empresas de la ciudad que están empezando,
por ejemplo con los creadores locales jóvenes, en vez de buscar un fotógrafo
profesional que ya está trabajando, trabajamos con el emergente, la gente que
hace diseño, audiovisuales, diseño, etc. Conociendo el tejido de la ciudad, lo
que intentamos es apoyar a la gente joven que empieza, con el fin de que sea un
proceso de acompañamiento para ellos y para que puedan profesionalizarse.
¿Han tomado modelos de otros equipamientos parecidos y
que trabajan el tema de la música?
La Capsa, ha ido
evolucionando y en esa evolución se ha visto influenciada por modelos y hemos
vistos modelos, pero más desde la distancia. Por ejemplo, las casas de música
popular tienen un proyecto muy similar a la Capsa, ha sido un referente, pero
desde la distancia ya que La Capsa trabajaba desde antes de que existieran
estas casas, por otra parte, estas casas son cooperativas de iniciativa
privada, intentan hacer un modelo que sea sostenible económicamente desde la
economía social, con participación pública…Somos muy diferentes a la mayoría de
proyectos musicales que hay en Catalunya.
Desde la gestión que realizas ¿En qué inviertes
mayormente tu tiempo del día, a qué le pones más energía?
Como es un
equipo pequeño, toda la parte del comunicación del proyecto la llevo yo, uno de
mis compañeros es muy bueno en producción, por lo tanto, para que me voy a
poner a hacer producción de actividades si tengo al lado a un crack que se
puede dedicar. Por lo tanto, llevo lo que sería planificación evaluación y
comunicación y dinamización. Lo que intento siempre es estar en todas las
reuniones con jóvenes, con la gente interesada, eso no lo delego, a veces me
acompaña alguno del equipo
El cara a cara…
Exacto, el cara
a cara es lo que no se puede externalizar, mañana se puede ir el equipo y la
empresa que está contratada, pero el capital social del proyecto, lo hemos de
tener en el Ayuntamiento. De
acuerdo a los calendarios a veces hay más dedicación a los temas ciudadanos y
en otros más a los temas de planificación, ahora que vamos a empezar las obras,
mi carga de trabajo se moverá hacia otros espacios.
Respecto de la formación en gestión cultural, ¿Crees
que es necesaria en este trabajo?
Depende de qué
formación, creo que es necesario formarse y aprender, que es necesario tener
una bases conceptuales fuertes, porque las metodologías las aprendes, pero
hacen falta unos criterios que no siempre se enseñan y hay que tener, una
vocación de saber en qué proyecto estás y desde donde miras tu relación con la
cultura y eso no lo encuentras a veces en los máster de gestión cultural.
Como gestores
debemos tener claro que no somos portadores de la sabiduría, hoy todo está
conectado, lo que puedes ayudar a hacer, es poner en contacto a gente, en dar
oportunidades para que pasen cosas, son detalles sutiles pero que se aprenden
en el día a día, es el aprendizaje continuo que no está sólo en el aula.
Claro que es
necesario conocer las metodologías de evaluación, de cómo comunicamos las
cosas, etc. esto no podemos perderlo de vista pero hay todo un grueso que se
aprende afuera, que se aprende en la calle, que se aprende con la gente.
¿Qué principales debilidades y fortalezas ves entre
los gestores culturales?
Uy, jajaja,
fortalezas, es que creo que la mayor parte de la gente se dedica a la cultura,
le gusta, le apasiona su trabajo, la mayor parte de gente que acaba entrando a
este sector es gente que se siente muy atraída por cualquier manifestación
artística y cultural y las
debilidades, una es el aislamiento, lo fácil que es aislarse en relación
con la gente, como con los compañeros de sector en donde es imprescindible el
intercambio, el encontrase y describir sus experiencias, y con otros sectores y
claro está con los ciudadanos. La otra gran debilidad, es la precariedad en la
que la mayor parte de gestores viven, por precariedad económica, laboral, de
horarios, es decir, los horarios de esta profesión son los que son, entonces
acabas haciendo una vida de cierta manera que se aguanta por hilos, pero serían
esas.
¿Qué le aconsejarías a quién quiere estudiar gestión
cultural?
Pues básicamente
que su formación puede empezar con un máster, pero necesita seguir formándose,
seguir leyendo, seguir cuestionándose constantemente qué está haciendo y darle
sentido a aquello que está cultivando, que en el proyecto en el que esté, que
se lo cuestione y tenga sentido, que le apasione, si no, es muy difícil.
El uso de la tecnología
¿Cómo las aplican en el proyecto, crees que es posible
establecer relaciones en el espacio virtual más que meramente informativas?
Yo no soy
“tecnoutópica”, pero realmente al proyecto de la Capsa como a mí en lo
personal, me ha permitido contactar con mucha gente que piensa como yo, es
decir, muchas veces esas conexiones virtuales empiezan virtuales y acaban en
las calles, es decir, nosotros nos encontramos cada dos o tres meses con gente
de toda España, con una colonia catalana aragonesa que nos hemos conocido por
twitter y cada dos tres meses nos juntamos en un punto. Uno cree que a veces
dentro de la gestión cultural tiene un pensamiento un poco raro o periférico o
radical y estableces relaciones con gente
que es parecida a ti, pero de golpe en las redes sociales conoces gente
que piensa como tú y eso te lleva a formar grupos de trabajo y también de
afectos.
Cuando abrimos
el Facebook para la Capsa en el
2008 eso nos conectó con mucha gente porque se sentían identificados y además
interpelados, sienten que es un proyecto humano, que hay personas detrás,
finalmente somos personas hablando con personas, más que instituciones
aisladas.
Entrevista realizada por:
Carolina Pereira.