16 de febr. 2011

Planeamiento Urbanístico: una garantía para la correcta gestión del Patrimonio Cultural Inmueble




Por Daniel Gutiérrez Espartero

A menudo a través de los proyectos que desarrollo me encuentro en conversas muy interesantes con arquitectos, ingenieros o políticos de instituciones locales y autonómicas. Hace unos días en una reunión surgió una cuestión sobre el patrimonio cultural y el reflejo de su visión social en los planeamientos urbanísticos. En la mesa nos encontrábamos profesionales y técnicos con diferentes puntos de vista. Yo expuse el mío que quiero compartir con vosotr@s.

Des de mi posición entiendo que ante la visión social del patrimonio cultural hay que partir de la reflexión de un cambio de actitud de la ciudadania hacia nuestro entorno cultural que se traduce hoy en dia en lo que denominamos Patrimonio Cultural. El valor de todo testimonio cultural surge de su uso y significado en el pasado y en la manera que ha llegado hasta el presente, en el contexto de la comunidad que lo creó y lo produjo.

Otro aspecto a tener presente es la consideración sobre qué ha de ser un Bien Cultural Inmueble y las acciones destinadas a su valoración, protección o dinamización. En los procesos de patrimonialización, los criterios no se pueden construir solamentes desde valores históricos, de la “tradición” o de la “autenticidad”. Es necesario entender qué significa y qué puede aportar a la ciudadania como elemento cohesionador y dinamizador educativo, urbanístico, social y económico.

La legislación urbanística y del patrimonio cultural existente pretende básicamente tres objetivos claros en relación al patrimonio cultural: Protección, Investigación y Difusión/Divulgación. Por tanto nos encontramos con unas leyes o reglamentos garantistas que implican la aplicación de políticas encaminadas a conseguir los objetivos ya citados. Dentro de este ámbito se entiende la necesidad de la administración pública de gestionar, proteger y conservar el patrimonio cultural inmueble, y por tanto se hace necesario, dentro de los procesos de redacción de planeamientos urbanísticos la elaboración de los catálogos de bienes culturales inmuebles.

Estos corpus, mucho más allá de un carácter descriptivo, han de permitir, tanto a la administración com al administrado conocer la información básica de este tipo de bienes inmuebles, los datos que los definen, la situación de sus estructuras, las medidas que la administración ha tomado para su protección y conservación…. y un largo etc. Es decir, un planeamiento urbanístico y un catálogo han de ser también unas herramientas que faciliten la gestión, con garantías del patrimonio cultural inmueble del municipio.

Desde  mi punto, este es el cambio de actitud que la ciudadanía pide en relación al Patrimonio Cultural más allá de su significado en el pasado, su aportación para el futuro. Por ello es necesario garantizar su protección, investigación y difusión. Esta también es la función de los planeamientos urbanísticos.

El esfuerzo de la diplomacia cultural franco-mexicana se desploma por desencuentros judiciales frente al caso Cassez: se suspende el Año de México en Francia

Por Jordi Tresserras

El esfuerzo de la diplomacia cultural franco-mexicana se desploma por desencuentros judiciales frente al caso Cassez: se suspende el Año de México en Francia

Los presidentes Nicolás Sarkozy y Felipe Calderón decidieron estrechar lazos de unión y a través de un programa con un fuerte componente comercial y de diplomacia cultural abría el paso al 2011 como Año de México en Francia con un programa que incluía más de 350 manifestaciones estructuradas en cinco ejes: economía, ciencia y educación, cultura, turismo y gastronomía, así como desarrollo sustentable.

El pasado 3 de febrero se inauguraba el evento en el Museo de Orsay en presencia de los señores Xavier Darcos, Presidente del Institut français, Carlos Guzmán, Director de ProMéxico, Jean-Paul Herteman, Presidente del Grupo Safran y Presidente francés del Año de México en Francia, Miguel Alemán Velasco, Presidente del Consejo del Grupo Interjet y Presidente mexicano del Año de México en Francia, así como del Embajador de México en Francia, Carlos de Icaza. 

En relación con los actos culturales, destacaban exposiciones como la de las máscaras de jade mayas (Pinacoteca), Frida Kahlo y Diego Rivera (Museo de la Orangerie), Rufino Tamayo (Petit Palais), así como Gabriel Figueroa (la Concergerie). México era también invitado de honor en festivales de música y espectáculos en vivo (Río Loco en Toulouse, Détours de Babel en Grenoble, etc.), de cine (Travelling en Rennes, Festival de Cannes, París Cinema, Festival de Amiens, entre otros), de literatura (Festival Paris en toutes lettres, Salón del libro de la juventud de Montreuil) o de fotografía (Festival de Arles). La creación contemporánea también ocupaba un lugar especial gracias a un joven grupo de artistas mexicanos que presentaba su obra en el Museo de Arte Moderno. Paralelamente a esta programación, los organizadores habían planificado acciones dirigidas al gran público a través de eventos artísticos como las estatuas monumentales del escultor Rivelino en el Sena que estaba previsto presentar en el mes de marzo; la exposición de Alebrijes en los jardines de las Tullerías en el mes de julio; así como una gran fiesta mexicana prevista para el mes de septiembre.

La gastronomía mexicana, recientemente inscrita como patrimonio inmaterial de la UNESCO, también iba a ser celebrada a lo largo del año a través de encuentros con chefs mexicanos de renombre, seminarios y degustaciones en el marco de diversos salones (Salón del chocolate, por ejemplo).

Poco se esperaba que el fallo de la justicia mexicana que confirmó la sentencia de la condena por complicidad en secuestro contra la ciudadana francesa Florence Cassez tuviera las consecuencias que han llevado a las suspensión del Año de México en Francia a causa de las declaraciones formuladas por varios ministros y por el propio Jefe de Estado Francés contra la resolución de la justicia mexicana que negaba el traslado a Francia de la rea. El gobierno mexicano argumentó al respecto diferencias sustantivas entre los sistemas jurídicos de ambos países  y que el Convenio de Estrasburgo de ninguna manera obliga al Estado requerido a consentir a una solicitud de traslado.

Es sorprendente como un caso de orden estrictamente penal haya enturbiado las relaciones franco-mexicanas hasta el punto de suspender el Año de México en Francia. Se genera un contra efecto de lo que debía ser una programación de actividades para “permitir al público francés conocer la diversidad y riqueza del patrimonio cultural de México y su dinamismo creativo”, como expresaba la Declaración Conjunta México-Francia suscrita en septiembre de 2010. La medida pretende evitar que los artistas y creadores mexicanos, así como otros participantes en el programa, sean expuestos a manifestaciones ajenas al fin que los convocó originalmente. De todas maneras estos nos fueron consultados ya que la medida se tomó directamente desde la Cancillería.

El Gobierno de México ha anulado toda la programación prevista mientras no se constate que existen las condiciones indispensables para el desarrollo del Año de México en Francia conforme a los términos en que ambos gobiernos acordaron llevarlo a cabo.

En mi opinión esta cancelación más que un caso de dignidad es un símbolo de flaqueza ya que a mi buen entender las declaraciones de Sarkozy responden más a buscar ganar cuota de popularidad con acciones que fomenten el chauvinismo galo y desvíen la atención de la ciudadanía francesa. Se pierde así una oportunidad única de promocionar la cultura mexicana en un país que hubiera permitido ser un embajador clave en Europa y un espacio único para que promotores culturales de otros países seleccionaran y programaran otras manifestaciones como efecto contagio. Un caso que quedará plasmado como ejemplo de (des)diplomacia cultural.

15 de febr. 2011

El nuevo Museo de Arte Contemporáneo de Alicante, inaugurado sin colección permanente



Por Antoine Leonetti

Después de muchos años de retraso, el MACA (Museo de Arte Contemporáneo de Alicante) ha abierto sus puertas en diciembre pasado, con una primera exposición dedicada al “Arte normativo español”, con artistas que marcaron la metamorfosis de las artes plásticas de los años 50 en España. El museo es el resultado de la ampliación del antiguo Museo de la Asegurada, ya inaugurado oficialmente en mayo del año pasado, aunque todavía vacío de contenidos. Con esta operación, el museo ha multiplicado casi por ocho su espacio expositivo, con ahora 4.700 m2. Las instalaciones, diseñadas por los arquitectos Sol Madridejos y Juan Carlos Sancho, cuentan ahora con cuatro salas de exposición y un auditorio de 200 plazas. Pero el museo carece de momento de colección permanente, aunque se espera que presente en un futuro más o menos próximo la mayor colección internacional del artista alicantino Eusebio Sempere, así como obras de otros autores procedente de la colección de este artista y de Juana Francés.

El concejal de cultura, Miguel Valor (PP), anunció en la inauguración que se trataría del cuarto o del quinto museo en importancia de arte contemporáneo de España. La oposición en el concejo municipal (PSPV) reprochó sin embargo la lentitud de unas obras aprobadas en el 2002, que empezaron sólo en el 2005 y cuya construcción se alargó cinco años. Denunció por otro lado un incremento del 70% de la factura total (12 millones de euros, en vez de  los 7,1 previstos) y la inauguración de un edificio vacío que no era todavía realmente un museo… Sorprende en todo caso la poca reactividad ciudadana frente a un espacio tardío, caro, sin colección permanente expuesta, sin página web propia y sin fecha para su uso real como museo. Una muestra más quizás, de las carencias de una educación artística extremadamente deficitaria en España, donde uno se le concede al patrimonio cultural su esencial valor educativo.

9 de febr. 2011

Catalunya serà present a la Torre de Llibres de Babel de Buenos Aires



Per Cristina Sanchis Ferrer
Postrau en Gestió i Polítiques Culturals 2010-2011

Catalunya participarà durant el mes de maig en el projecte anomenat “la Torre de Babel de Llibres”, que s’exposarà a Buenos Aires en el marc de les celebracions de la Capital Mundial del Llibre 2011. Aquesta és una distinció que atorga anualment la UNESCO a una ciutat diferent en reconeixement de la seva trajectòria en matèria de promoció del llibre, la lectura i el patrimoni literari. En el cas de la capital argentina, s’han valorat els seus cafès i circuits literaris, l’existència d’importants editorials, així com l’organització d’un festival internacional de literatura i una fira internacional del llibre. Els actes començaran el proper 23 d’abril, Diada de Sant Jordi i Dia Internacional del Llibre, i acabaran el mateix dia de 2012.

La Torre de Babel de Llibres és una creació de l’artista plàstica argentina Marta Minujín i consisteix en una intervenció urbana de 25 metres d’alçada, amb set pisos, que s’ubicarà en un punt estratègic de la ciutat de Buenos Aires. Durant tot el mes en què estarà exposada, els visitants podran pujar als diferents pisos d’aquesta particular torre a través d’unes escales. L’objectiu és que l’estructura tingui entre 20.000 i 30.000 llibres en les diferents llengües dels col·lectius que viuen a la capital argentina, com a mostra de convivència d’una pluralitat de cultures en un espai comú. Quan acabi l’exposició, els llibres passaran a formar part del fons de la Primera Biblioteca Multilingüe de la ciutat de Buenos Aires. Marta Minujín ja havia creat anteriorment obres monumentals en espais públics, com l’Obelisc de Pa Dolç i el Partenó de Llibres, els anys 1979 i 1983 respectivament.

A més de la Generalitat de Catalunya, que contribuirà amb un miler d’obres en català, de moment ja han confirmat la seva participació a la Torre de Babel de Llibres els governs d’Alemanya, Canadà, Corea, França, Grècia, Iran, Israel, Itàlia, Japó, Perú, Polònia, República Txeca i Taiwan. Trobareu més informació sobre les activitats de la Capital Mundial del Llibre 2011 a la pàgina web www.capitaldellibro2011.gob.ar.

8 de febr. 2011

Nou llibre "Perfil i reptes del gestor cultural"

per Lluís Bonet

Podem assegurar avui que la professió de gestor cultural està plenament consolidada? O, com en tantes altres activitats contemporànies, és impossible deixar d'estar immersos en un continu procés de mutació? Per a molts gestors que començaren el camí de la professionalització a finals de la dècada dels setanta, el grau d'acceptació social pot arribar a sorprendre gratament, sobretot en el propi camp cultural (ja que encara estem lluny del reconeixement social de metges o advocats). La major part dels directors generals dels grans equipaments culturals nacionals –del Liceu a l'Auditori o el Palau, passant per alguns museus emblemàtics –, així com molts alts càrrecs del Departament de cultura i mitjans de comunicació o petites i grans empreses del sector es presenten com a gestors culturals.

Podríem dir que una professió deixa de ser emergent i arriba a la maduresa quan el col·lectiu que la conforma reflexiona i acorda unes normes deontològiques, es signen convenis col·lectius, s'ofereixen places sota la denominació específica en els concursos de personal de l'administració pública, o es disposa de titulacions universitàries pròpies. Crec que bona part d'aquests objectius s'han assolit. Avui l'Associació de professionals de la gestió cultural de Catalunya (APGCC) compta amb més de 750 socis i lidera processos que van molt més enllà de l'endogàmia professional.

Quan l'any 1989 amb l'Eduard Delgado, l'Alfons Martinell, en Xavier Marcè, l'Esteve Leon i l'Eduard Miralles entre altres, posem en marxa el primer Màster en gestió cultural d'Espanya, érem plenament conscients no només de la necessitat de disposar d'un espai de formació estable, sinó també de la importància de la titulació universitària. De llavors ençà, no només s'han multiplicat les ofertes formatives sinó que la recerca aplicada ha fet el seu camí. No és estrany que d'aquell grup inicial surtin els primers estudis sobre la professió (Martinell, Marcè 1995) o que avui puguem presentar el treball d'en Tino Carreño sobre el perfil actual del gestor cultural a Catalunya.

El llibre que teniu a les mans és el resultat de la col·laboració entre l'Associació professional, el Departament de cultura i mitjans de comunicació i la pròpia Universitat de Barcelona. Conjuntament varem organitzar una Jornada centrada en el perfil del gestor cultural el mes d'abril de 2010, en que bona part dels autors que avui es publiquen compartiren les seves reflexions amb els professionals que ompliren la sala d'actes del CERC. A aquelles intervencions hem volgut afegir un text a càrrec de José Luís Melendo, assessor de cultura del govern d'Aragó i autor del Llibre blanc sobre la professió de la Federació espanyola d'associacions de gestors culturals. La seva aportació presenta una àmplia panoràmica sobre l'evolució del sector a Espanya i els principals reptes recorreguts als darrers anys. A continuació, presentem l'àmplia recerca realitzada l'any 2009 per en Tino Carreño, professor de la Universitat de Barcelona, sobre el perfil actual del gestor cultural a Catalunya. Un treball indispensable que demana de recerques de la mateixa envergadura a escala espanyol i europea.

Com a contrapunt a aquests dos textos central, presentem un conjunt de mirades transversals. L'article d'en Francesc, gestor valencià que ha col·laborat amb en Pau Rausell en la recerca sobre la professió al País Valencià i Múrcia, reflexiona sobre el present i el futur de la professió. Pel seu cantó, en Xavier Marcè, des de la seva transversal experiència com a gestor públic i privat, però també com observador crític de la realitat quotidiana des dels mitjans, posa el dit a la llaga sobre alguns dels reptes inassolits per la professió. La Pilar Casas centra la seva reflexió en la realitat dels municipis mitjans i petits des de la seva doble talaia d'haver escrit la primera tesi doctoral sobre el tema a Catalunya i la seva responsabilitat al front de l'àrea de cultura de la Diputació de Tarragona. La Carme Sais, directora del Centre cultural La Mercè de Girona i membre de la Junta de l'APGCC presenta la proposta de Codi de bones pràctiques de la gestió cultural de Catalunya elaborat durant aquest darrer any per l'associació. Finalment, tanca el volum un article propi de síntesi en que es repassa la gènesi i evolució de la professió a casa nostra, es reflexiona sobre la complexitat dels processos que encara un gestor cultural, i es plantegen alguns dels reptes que la situació actual i futura plantegen a la professió. Tanca el volum una bibliografia completa de les referències utilitzades pel conjunt d'autors del text.

Teniu, doncs, a les mans una molt interessant recopilació sobre el tema. Us desitjo un plaent lectura.

ÍNDEX

7       Presentació, per Lluís Bonet i Agustí

11    Gestió cultural. Una professió complexa, per José Luis Melendo

53   Camins creuats. El perfil actual del gestor cultural a Catalunya, per Tino Carreño

175  Mirades
        1| El perfil del gestor cultural: present i futur, per Francesc Cabañés

182 2| Gestor cultural: una professió a la corda fluixa, per Xavier Marcè

186 3| Els gestors culturals en un marc territorial, per Pilar Casas

190 4|Proposta de codi de bones pràctiques de la gestió cultural de Catalunya, per Carme Sais

195   Conclusions: la gestió cultural, una professió en mutació, per Lluís Bonet

203   Bibliografia

Ref. Bibliogràfica: BONET, L. [ed.] (2010), Perfil i reptes del gestor cultural, Barcelona: Gescènic. Quaderns de cultura, n. 2

Nou llibre "L'avaluació externa de projectes culturals"

per Lluís Bonet i Jaume Colomer
 
El programa de gestió cultural de la Universitat de Barcelona organitza cada any unes jornades al mes de setembre obertes a professionals de tot Espanya precedides per un taller de reflexió.  El tema de l'encontre de 2008 va ser l'Avaluació externa de projectes culturals: anàlisi dels mecanismes i criteris de distribució d’ajuts a iniciatives externes. La proposta coincidia amb la posada en marxa del Consell Nacional de la Cultura i de les Arts (CONCA), i amb la proposta deontològica establerta per l'Entitat Autònoma de Difusió Cultural pel que respecta als integrants als comitès de selecció dels ajuts. La reflexió realitzada durant el taller previ i durant les jornades, així com el propi llibre resultant, volen anar més enllà de la simple descripció de l'experiència de distribució de fons a projectes externs realitzada per administracions públiques i fundacions privades. Un element que també està ajudant a transformar els processos de selecció és la praxis dels programes europeus, amb sistemes de tabulació numèrica dels criteris a utilitzar per part d'avaluadors externs, fet que propicia un cert canvi cultural en l’opaca tradició ibèrica d'escassa explicitació dels criteris utilitzats en la distribució d'ajuts.


En l'àmbit anglosaxó, l'establiment de criteris ètics i polítics que garanteixin la correcció i eficàcia dels procediments de suport governamental a la cultura té una llarga experiència, fruit d'una tradició que engloba altres camps de l'acció governamental. En contraposició, en els països europeus de tradició llatina, han mancat procediments d'autocontrol i reflexió sobre la praxi del procés de distribució de les subvencions. Aquest fet es dóna amb independència de l'existència de comissions decisives (pròpies dels jurats d'atorgament de premis, entre altres), o simplement assessores (les més habituals en els procediments d'atorgament de subvencions) en el procés de decisió.

La lògica contemporània de la bona governança exigeix auditar l'ús dels recursos esmerçats al servei d'una política, tant per valorar la consecució de les finalitats previstes –avaluar l'eficàcia de l'acció pública o privada endegada– com en termes d'eficiència en relació als processos utilitzats.  Tal com deia Agustin Girard fa quasi quaranta anys "La necessitat de prospectiva en matèria de desenvolupament cultural neix de la gran incertesa que pesa sobre l'establiment de polítiques culturals eficaces".  Però quan es tracta de valorar les propostes del sector cultural també els procediments són molt importants ja que poden afectar la consecució de les polítiques en termes d'equitat.  Cal tenir en compte que procediments molt burocratitzats d'informació poden no només desincentivar la presentació de projectes interessants, per l'elevat cost d'oportunitat informatiu, temporal i econòmic que representen, sinó afavorir aquells agents amb més experiència en la retòrica procedimental de l'avaluació.  És evident que cal disposar d'informació contrastada, el més objectiva i transparent possible, sobre les qualitats i impacte del projecte a valorar així com sobre la capacitat per portar-lo a terme, amb indicadors independents que permetin avaluar-ho.  Tanmateix, cal intentar assolir des de la màxima eficàcia, eficiència i equitat possible, que els projectes i els agents més innovadors no quedin en segon pla com a conseqüència del predomini procedimental que acompanya bona part dels processos avaluadors.

Les jornades van oferir un marc de reflexió per analitzar i compartir de forma sistemàtica el conjunt de l'experiència viscuda amb l'objectiu d'avançar vers un model més transparent i eficient de distribució dels recursos públics i privats esmerçats. El llibre recull les principals aportacions dels ponents i ofereix un ventall d’opinions i reflexions de gran valor al voltant de tres eixos: el sentit i la possibilitat d’avaluar els projectes culturals, els procediments vigent en l’àmbit europeu, i les experiències que il·lustren maneres d’avançar cap a una major transparència i racionalitat.

El primer bloc temàtic, amb el títol “Avaluar la creativitat”, conté tres textos. Xavier Bru de Sala obre el debat amb una faula sobre linxs i formigues partint de la constatació que el mercat cultural és escàs i que això ha portat a l’aplicació de polítiques culturals basades en el finançament públic de la cultura que ha generat una important dependència per part dels creadors i emprenedors dels recursos assignats per les administracions públiques, i adverteix que el principal risc d’aquesta dependència és la transformació dels linxs en formigues mediocres. Vicenç Altaió es pregunta si és avaluable la creativitat partint de la consideració de l’avaluació com a lectura moral o estètica condicionada a un cànon sobreentès; això li permet referir-la al principi de la relativitat i diferenciar els models que s’apliquen en les pràctiques anglosaxones i en els països mediterranis. Pep Dardanyà descriu el propòsit de Can Xalant com a laboratori d’experimentació en arts visuals a partir del canvi de rol de l’artista i les noves formes de producció i ens aporta reflexions sobre la manera de seleccionar les propostes per part d’equips híbrids i transversals que busquen bones idees que, a més, siguin viables.

El segon bloc temàtic, amb el títol Sistemes i models d’avaluació conté sis textos. Santi Martínez i Josep Font Senties ens justifiquen i descriuen el Pla d'equipaments culturals de Catalunya (PECCat) com intent de planificació racional de les infraestructures culturals de Catalunya per tal de  garantir la igualtat d’oportunitats d’accés a la cultura. Joan Pedregosa ens descriu amb detall els procediments de selecció de projectes per part dels programes de la Comissió Europea, indicant les fases (elegibilitat, avaluació, classificació i selecció), els dispositius de seguiment i d’avaluació de resultats i d’impacte. Albert de Gregorio centra la seva intervenció en el contrast entre l’avaluació quantitativa i la qualitativa, en els valors de cada modalitat i en la necessitat de trobar un equilibri que garanteixi la riquesa d’elements i la seva objectivitat. Montserrat Martínez ens parla de les memòries i altres mecanismes de control a posteriori dels projectes seleccionats en les convocatòries per tal de valorar el grau d’acompliment del projecte i l’impacte social i cultural en el territori. Jaume Colomer centra la reflexió en els tres estadis pels quals hem caminat (la subvenció discrecional, la puntuació aritmètica i l’equació que vol incorporar criteris de qualitat) i reflexiona sobre la manera d’avaluar el resultat d’un projecte cultural, tant en els propis agents de la cadena de valor com en la dinàmica cultural de l’entorn. Jordi Pardo argumenta que calen variables diferents per avaluar els complexos entorns de la cultura, ens ho il·lustra amb una nova faula sobre taurons, mofetes i lloros, considerant que cal avançar més en els aspectes qualitatius trobant maneres d’avaluar aspectes intangibles.

El tercer bloc temàtic aporta reflexions sobre tres experiències. Javier Brun analitza l’experiència del govern d’Aragó en l’avaluació de projectes escènics i com aquesta ha permès implementar una nova política de suport. Edgar Garcia reflexiona sobre els criteris que aplica l’Institut català de les indústries culturals (ICIC) en l’atorgament i avaluació d’aportacions reintegrables. I finalment, Jerónimo Cabrera analitza l’experiència del govern de Canàries en relació a l’avaluació d’objectius qualitatius. En l’annex hem inclòs el relat del taller preparatori celebrat el 19 de juny ja que, amb un format més lliure, aporta molts matisos i consideracions de notable interès.

La lectura d’aquests textos ens anima a avançar cap a models i procediments d’avaluació més transparents i racionals que parteixin d’una bona definició de requisits i de valors: la innovació, la rellevància, la viabilitat, el cooperació, o la sostenibilitat, entre altres. Ens anima a aplicar els procediments numèrics per objectivar mèrits, però també a no menystenir les formes d’avaluar intangibles i aspectes qualitatius que permeten discriminar el potencial singular de determinats projectes. L’avaluació externa, en un procés de selecció i assignació de recursos, aporta independència i per això és una pràctica de permet un canvi cultural en l’opaca tradició ibèrica de les ajudes públiques a projectes culturals.

www.culturalbox.org : la videoteca sobre gestió i polítiques culturals

Cultural Box és una videoteca virtual especialitzada en gestió i polítiques culturals produïda pel Programa de Gestió Cultural de la Universitat de Barcelona. Una eina en ple desenvolupament que posa al servei dels professionals de la cultura un ampli catàleg de videoclips lliurement disponibles a Internet.  Gràcies a un potent cercador i a un exhaustiu treball de selecció es fàcil localitzar tot tipus de reflexions, experiències i també alguna bona pràctica de publicitat institucional de suport a la cultura. Cada fitxa conté una síntesi del clip, informació tècnica del mateix (durada, idioma, productora), un enllaç al currículum disponible a ConnectCP dels professionals que hi participen, així com l'enllaç directe al portal original pel visionat complet del vídeo.

Aquesta plataforma, disponible en 4 idiomes (català, castellà, anglès i francès), conté una base de dades de videoclips actualitzada constantment. S’hi poden trobar clips editats en qualsevol de les llengües citades, però esperem disposar d'aquí a poc temps una bona oferta també del material produït en alemany, italià, portuguès, holandès, polonès, rus o àrab, entre altres.  De moment portem referenciats més de 1.000 vídeos especialitzats en la matèria. 

La nostra idea consisteix en compartir aquest recurs de forma lliure amb tots els professionals, estudiants o experts interessats en la matèria. L'avantatge del sistema és que a mesura que perfiles la recerca (sector, especialització, idioma del vídeo, etc.) es redueix el nombre de referències, cosa que ajuda a no perdre temps buscant lliurement en les diverses plataformes existents (youtube, vimeo ...). A més, també presentem els principals productors de material videogràfic en gestió i polítiques culturals, des d'agències governamentals a universitats o col·lectius professionals.

Esperem ser una eina útil per a la reflexió i anàlisi d'experiències.

El Teatro Arnau y la revitalización del Paralelo de Barcelona



Por Antoine Leonetti

Lo que fuera antaño el “Brodway” de Barcelona, desde su creación en 1894, venido a menos desde hace 40 años, recupera poco a poco el lustre de sus mejores años. Después de la rehabilitación del famoso Molino, ya abierto y por lo visto con una exitosa programación de revistas, y la conversión del Scénic por la SGAE en Teatro Arteria, ya le tocaba al Teatro Arnau tener un poco más de suerte, en cuanto a su destino, y contribuir a mejorar las propuestas culturales de la Avenida del Paralelo. La sala, construida en 1903, se cae a trozos desde hace años, y su catalogación disuadió a muchos inversores privados, por culpa de los elevados costes que podía representar una rehabilitación en conformidad con su brillo pasado. Habrá recibido toda clase de proyectos, para hacer de él incluso un geriátrico, hasta su penúltima compra por parte de la Iglesia Evangélica China, que cuenta con más de 1.000 fieles en la Ciudad Condal. Pero el Ayuntamiento de Barcelona acaba de salvarle la vida como teatro, comprándolo de nuevo a esta exótica iglesia. Entre tira y afloja, entre el millón y medio que les había costado a ellos y los tres millones que pedían ahora a la ciudad, el acuerdo se acaba de cerrar en dos millones. Una cifra ciertamente elevada dados los enormes costes de reconstrucción que supondrá la puesta a punto del teatro, pero una excelente noticia para los programadores de teatro de Barcelona, que contarán con un nuevo espacio a su disposición, en una ciudad ciertamente necesitada de más oportunidades teatrales. Si es que se convierte en teatro de verdad: de momento sólo sabemos que será “un equipamiento cultural y artístico relacionado con el entorno del Paralelo”. Queda esperar pues a la presentación de un verdadero proyecto de uso.

Un poco más de brillo pues para el Paralelo, aunque faltaría mucho más para resucitar el espíritu de esta bulliciosa arteria cuando contaba con muchos otros espacios, hoy desaparecidos: el Gran Teatro Español, el Teatro Olimpia, el Teatro Talia, el Teatro Nuevo, el Teatro Cómico, el Teatro Circo Olympia, el Pompeia, el Bataclan…

7 de febr. 2011

Estudiantes marcan pauta en la gestión cultural

Os reproducimos aquí un interesante artículo publicado en el diario El Mercurio :

Decididos a movilizar al mundo artístico en la universidad, crearon festivales, sitios web y exposiciones. Hoy, sus proyectos son exitosos: logran convocar a miles de chilenos.  

Patricio Contreras Vásquez

La gestión cultural ya no es sólo para profesionales experimentados. Los universitarios están luchando codo a codo por sus proyectos, compitiendo por recursos, espacios y público. "La gestión cultural en Chile está aumentando su popularidad", dice Roberto Guerra, presidente de la Asociación Nacional de Gestores y Organizaciones Culturales. "Los universitarios no son la excepción. Organizan muchos conciertos, festivales y muestras plásticas", agrega.
En 2007 Luis Cruz y Gabriel Oyarzún debían presentar su tesis para Periodismo en la Universidad de Santiago. Como ambos subían cuentos y poesías a blogs, sabían que faltaban sitios web apropiados para leer. "Existían YouTube y Myspace, pero no había un gran referente a nivel de literatura", comenta Cruz. Gracias al apoyo de su profesor, el crítico literario Camilo Marks, consiguieron que autores chilenos donaran obras, y las publicaron en "Libros de Mentira". Hoy, esa biblioteca virtual tiene una colección de narración y otra de poesía, con textos de premios nacionales como Armando Uribe, Nicanor Parra y Gonzalo Rojas. La visitan 9.000 personas al mes y el próximo paso es que funcione en papel.
Una convocatoria similar logra Antonio Altamirano con su festival "Cielos del Infinito". En 2005 dejó Punta Arenas para estudiar teatro en Santiago y envidió la oferta cultural capitalina. A su ciudad natal llegaban sólo cinco obras al año y para remediar eso gestionó la visita de artistas a la zona. Tuvo éxito, y aunque terminó su carrera no abandonó el festival. Así, convocó a 5.000 asistentes en 2008, y el año pasado a 9.000.
Francisco Navarrete estaba en cuarto año de Arte en la U. de Chile cuando se integró, en 2009, a "Acción Sudaca", iniciativa estudiantil para exponer arte fuera de los circuitos oficiales. Gracias a los fondos concursables de la universidad pudieron extender la convocatoria a estudiantes de todo Chile. Ahora, Navarrete finalizó sus estudios, y busca conseguir mayor difusión para artistas de entre 18 y 30 años. "La idea es crear una fundación cultural", dice. El año pasado hicieron diez exposiciones en Balmaceda Arte Joven de Valparaíso, La Perrera Arte y el Centro Cultural del BancoEstado.
Otro caso es el de Carlos Valenzuela, quien gracias a su rol como dirigente de la FECh ganó experiencia en temas de gestión. Mientras estudiaba composición en la U. de Chile, notó la falta de instancias para montar obras. "Esto no es una carrera, es un oficio. Los oficios uno los aprende haciéndolos. Cuando la música se queda en el papel y no la puedes montar, es difícil que aprendas ciertas cosas". Para fomentar la difusión de la música, y siendo aun estudiante, creó hace cinco años la Compañía de Música Contemporánea. Ensamble que hoy es cuerpo estable del departamento de Música de la U. de Chile. El gran salto lo dieron en 2010, año en que interpretaron unas 30 obras. Antes se movían entre una y dos anuales. "Nadie te prepara para hacer gestión. Un violinista estudia doce años y no sabe hacer un proyecto. Yo mismo los hago por intuición", comenta Valenzuela.

Joven CREDIBILIDAD
Entre las dificultades para hacer gestión cultural siendo estudiante, según Valenzuela, están el financiamiento y el currículum: "Al partir, nadie te compra , nadie te cree".
La supuesta inexperiencia de la juventud para gestionar proyectos, según Altamirano, es "un cliché". Cree que en Punta Arenas los mayores obstáculos "están en las voluntades políticas hacia la cultura. Hay gente que tiene muchos contactos y como nosotros no entramos en esa lógica, no recibimos ciertos apoyos". Sin embargo, el festival "Cielos del infinito" ha recibido Fondart. Tal como "Acción Sudaca" y "Libros de Mentira". Valenzuela, en cambio, se ha desencantado del sistema: "No postulo al Fondart, no creo en esas instituciones".
Esta mayor actividad de los jóvenes en la gestión cultural se debería, según Guerra, a un cambio de mentalidad: los proyectos no son tan puntuales como antes. "Ahora tienen perspectiva de proceso, se vinculan a la formación de audiencias, a propuestas editoriales, a la apertura de espacios permanentes". Navarrete va más allá: "Los centros culturales están cada vez más abiertos a participar. Así se rompe el círculo que se da en las universidades, cuando tienes que crear obras como para ir a Alonso de Córdova. Hoy existen más espacios".

¿El derecho a la educación artística, olvidado de las políticas culturales?

Por Antoine Leonetti

A la pregunta ¿qué tipo de sociedad queremos para nosotros, y qué tipo de sociedad queremos garantizar para las generaciones venideras?, tanto la clase política como el pensamiento más social de los países occidentales actuales suelen contestar apelando cada vez más por sociedades menos basadas en el dinero, el éxito y el consumo, y en cambio  más respetuosas con el medioambiente o más centradas en el respeto de los valores ciudadanos en contextos crecientes de interculturalidad. Para ayudar a conseguir estos cambios, desde hace decenios sobran las referencias que demuestran la vital importancia de la práctica artística, tanto para el equilibrio individual como para la armonía social en su conjunto. Este beneficio “social” de las prácticas artísticas depende de una eficiente educación artística y, para ser más precisos, de si esta educación es infantil y gratuita y, por lo tanto, capaz de garantizar –  cuánto antes y para cuántas más personas sea posible –  la asimilación de estas prácticas. Una buena educación artística en edades tempranas, condicionando por otro lado el éxito de las enseñanzas artísticas y el efectivo disfrute del acceso a los bienes y las estructuras culturales, acaba de perfilarse como piedra angular de nuestras sociedades. Pero, si es efectivamente así, ¿no debería gozar ésta de una mejor protección jurídica, en términos de derechos fundamentales?


La educación artística, una de las bases del equilibrio individual y social...

La educación artística, infantil y gratuita, considerada como un elemento clave del edificio social, en cuanto se considera también la cultura como una de sus componentes básicas, corresponde a una cuestión profundamente transversal: los beneficios de una buena educación artística se han percibido desde todas las vertientes de las ciencias sociales, desde la pedagogía infantil hasta la sociología, pasando por la sicología, la filosofía o la economía.

Estas disciplinas, al advertir de los peligros de los hábitos consumistas contemporáneos, han insistido repetidamente sobre los beneficios de la participación ciudadana a través de la práctica artística, con el valor irrepetible de la posibilidad, para uno, de poder pintar o hacer música de forma gratuita y personal a lo largo de toda su vida, sin tener que recurrir a la adquisición de ningún “producto”, aunque sea cultural.  Poder practicar un instrumento en la edad adulta, sin la ayuda de ningún artificio, depende en el fondo de que se haya garantizado una educación artística obligatoria durante la infancia. A los que rechazan este concepto de obligatoriedad, invocando que no todos somos capaces de tocar un instrumento, basta recordarles que enseñar las matemáticas no implica que queramos que nuestros hijos sean todos matemáticos, y que lo mismo debería pasar, por ejemplo, con la música o el dibujo. Es esencial ofrecer una enseñanza obligatoria de estas materias en la enseñanza pública en las edades más tempranas para que el aprendizaje sea realmente efectivo (a partir de los cuatro años para el aprendizaje de la lectura musical por ejemplo), y dar por lo menos la posibilidad a los más jóvenes de poder en el futuro desarrollar sus predisposiciones artísticas.

Tocamos aquí cierta idea de jerarquía: ¿dentro del currículum escolar, deben algunas materias recibir una atención especial? ¿Es más importante la ciencia, porque nos dará quizás de comer, que el dibujo y la música? Si apelamos efectivamente al modelo social que tanto se debate, no podemos dejar de ver claramente que la educación artística debe gozar de una atención de primerísimo plano, en la misma medida que los otros supuestos “núcleos duros” que representan tradicionalmente la enseñanza de la ciencia, la lengua y la historia. Los objetivos de cada uno pueden ser  ciertamente distintos, si bien cabe no encerrar unas y otras materias en categorías herméticas y no dar así a la educación artística un lugar menor, “solamente” porque no tiene obligatoriamente una finalidad profesional; “solamente” porque condiciona a su vez el equilibrio personal, social, sicológico o afectivo, la educación artística tiene una importancia también de primer orden.

Al observar los claros beneficios transversales que implica, vemos por otro lado la poca relevancia que se le ha dado a la educación artística en el terreno del derecho. Considerando este hecho con curiosidad, dado también lo complejo que resulta tradicionalmente concretar el ámbito de los “derechos culturales”, ¿no se debería positivizar, precisamente, un verdadero derecho a la educación artística?


... ¿no se merecería una mejor garantía jurídica?

Derecho a la educación, derecho a la cultura, dos conceptos no exentos de dificultades a la hora de concretar sus efectos. Por un lado, si bien abunda la reflexión entorno al derecho a la educación desde un planteamiento global, pocos se adentran en el terreno puramente artístico y desde el punto de vista de los derechos fundamentales. Por otro lado, y sobre todo, el derecho a la cultura carece de una aceptación conceptual universal que facilite su aplicación concreta a través de nuestros instrumentos constitucionales y legales. La positivización de los derechos culturales, desde los dos Pactos Internacionales de Naciones Unidas de 1966 (de Derechos Civiles y Políticos, y de Derechos Económicos, Sociales y Culturales), es un tema recurrente de debate, y si el derecho a la cultura se beneficia ciertamente de una larga trayectoria doctrinal y se ha ilustrado a través de numerosos instrumentos legales y constitucionales, se suele positivizar por ejemplo a través de otras libertades fundamentales como la libertad de expresión o la libertad de acceso a las infraestructuras culturales, más directamente y fácilmente aplicables. Buena prueba de este problema conceptual es la dificultad de reivindicar “directamente” el derecho a la cultura. Recordemos en este sentido que en la Constitución española, el “derecho a la cultura” del artículo 44.1 no es susceptible de ser invocado en un recurso de amparo porque figura como uno de los “principios rectores de la política social y económica” y no como uno de las “libertades y derechos fundamentales”.

Esta cierta borrosidad conceptual tiene unas consecuencias bien conocidas a nivel social, en cuanto a la debilidad generalizada de la educación artística en nuestros planes educativos primarios, tradicionalmente más propensos a garantizar la asimilación gradual y lógica de materias como las científicas. La enseñanza artística en cambio, al no beneficiarse directamente de una clara garantía supralegal, no responde a esta lógica, y la música por ejemplo, quizás por la ausencia de un derecho constitucionalmente garantizado a la educación artística, no suele enseñarse siguiendo las pautas naturales de asimilación que ésta supondría, sino que se relega a edades demasiado tardías para la fácil y efectiva asimilación del lenguaje y la escritura musical, haciendo de esta enseñanza algo casi forzado y en todo caso casi inútil a efectos de una posible práctica musical posterior. Algo así como enseñar un idioma extranjero a un adulto de 25 años, pretendiendo que éste pueda llegar con facilidad a ser novelista en esta lengua...

La educación artística se queda por lo tanto entre dos aguas – el derecho a la educación y el derecho a la cultura –, sin beneficiarse directamente de una protección efectiva, considerada desde el punto de vista de las libertades fundamentales. Por su especificidad, por el valor añadido que aporta tanto al ser humano como al conjunto de la sociedad, esta educación artística merecería un reconocimiento particular, a modo de discriminación positiva entre las diferentes ramas del derecho a la educación o de los derechos culturales. No sería en este sentido el primer ejemplo de discriminación positiva en el terreno de los derechos culturales: la Constitución española protege especialmente, por ejemplo, el derecho de acceso a la cultura de los prisioneros, en la medida en que el artículo 25.2, que les garantiza este derecho, sí puede ser objeto de un recurso individual de amparo...

Un claro derecho a la educación artística, infantil y gratuita, a parte de fundamentar el conjunto comportamental del ser humano y de definir directamente un modelo de sociedad no basado exclusivamente en el consumo, nos aporta un elemento claro y concreto de respuesta en cuanto a  la definición de estos derechos culturales, tan debatidos y tan poco traducidos todavía al derecho positivo constitucional. A su vez, aporta un elemento más al debate, también muy actual, sobre la difícil coordinación entre administraciones estatales de cultura y de educación. ¿He aquí, acaso, un eslabón perdido entre el derecho a la educación y el derecho a la cultura?

La revolución de la impresión 3D, en el DHUB de Barcelona




El Design-Hub de Barcelona presenta una sorprendente exposición dedicada a la impresión en tres dimensiones. Un buen preludio a la inauguración del museo del diseño, previsto en 2012.

Por Antoine Leonetti


¿Imprimir una tableta de chocolate? ¿O una prótesis, o una casa? ¿Imprimir un órgano vivo? Estas imágines de ciencia ficción de los años 60 son sin embargo algunas de las posibilidades ofrecidas ya o quizás muy pronto por la impresión en tres dimensiones. Revolución absoluta del diseño industrial, de la construcción y de las biotecnologías, su principio parece simple pero su diversidad de aplicaciones deja francamente sin voz. Imaginad una máquina capaz de imprimir no unas imágenes en dos dimensiones, sino de apilar millones de imágines, una sobre la otra, para ir creando poco a poco un volumen en 3 dimensiones. En vez de tinte, se utilizan materias especialmente elegidas (plásticos, cerámica, metales, alimentos, células…) depositadas a gran velocidad y cada una en el lugar deseado gracias a unas cabezas bastante similares a nuestras impresoras 2D clásicas. Todo esto con un programa respondiendo a las instrucciones de un diseño virtual tan complejo como uno quiera, susceptible de incorporar mezclas y crear formas que la industria o los moldes convencionales jamás podrían igualar. ¿Desea crear engranajes al interior de otro volumen, sin soldaduras y sin ensamblaje posterior, y que todo sea convenientemente engrasado? Ningún problema: se imprimirán los elementos ya imbricados los unos dentro de los otros y, a la vez, la película de grasa que se inserta entre ellos. Las posibilidades se multiplican si se asocian impresión y movilidad, concibiendo robots-impresores capaces de delinear las fundaciones de un edificio, para circular luego sobre este y por todos sus lados, para luego imprimirlo enteramente. ¿Tiene una avería en una nave espacial, y no tiene la herramienta necesaria para su reparación? Aquí la solución: le bastará con imprimir, gracias al software enviado desde la tierra, el utensilio que le faltaba.
Este es el tema de la exposición FULL PRINTED, presentada hasta el 29 de mayo de 2011 en el DHUB de Barcelona, reciente puesta en red virtual de los 3 museos de la ciudad condal dedicada a las artes decorativas, las artes gráficas y el textil. Concebida bajo el comisariado de Marta Malé-Alemany, arquitecta y co-directora del Programa de Master del Institut de Arquitectura Avançada de Catalunya, reúne más de 70 objetos de todo tipo, frutos de las técnicas actualmente utilizadas o en proceso de desarrollo, para familiarizarnos a los vértigos de la impresión 3D. Aquí vemos cómo es posible adaptar nuestros calzados a la exacta medida de nuestros pies, o de personalizar una prótesis de pierna, fiel reflejo de la otra. Ya que funciona por acumulación de micro-gránulos de materia luego solidificados (por láser, con otros polímeros, con calor, etc.), y que permite una infinidad de mezclas de sustancias, la impresión 3D es una mina para la creación de nuevas materias. Permite también generar unas resistencias internas diferentes en un mismo objeto jugando con las variaciones de amalgamas aquí y allá, o de crear también unos tejidos de todo tipo, imprimiendo directamente la trama misma. La exposición impresiona sobre todo mucho en cuanto a las perspectivas abiertas para la creación pura, liberada ya de los soportes artísticos tradicionales, y aspirando a unas formas que alcanzan unos grados de belleza inauditos. La impresión 3D de sonidos o de movimientos abre por último la vía a unas formas que desbordan la infinidad de variedades plásticas imaginables por el ser humano o concebida por la naturaleza.

Para Marta Male-Alemany, las impresoras 3D domésticas no pertenecen a un futuro muy lejano: pronto, podremos descargarnos programas de objetos (desde una exprimidora de limones hasta un traje completo), e imprimirlos tranquilamente en casa como hoy las imágenes y la música. Imaginamos naturalmente las posibilidades de piratería de objetos… Se tratará en todo caso de una revolución radical para nuestro cotidiano, ya que además esta técnica tiende a reducir drásticamente los costes y los tiempos de producción. ¿Acaso no se ha presentado recientemente Urbee, el primer coche ultra ecológico cuyos elementos externos (incluso los cristales), han sido impresos?


La exposición es también una buena ocasión de admirar el avance de las obras de construcción del futuro DHUB, bien concreto esta vez. Situado Plaça de les Glòries Catalanes, a la sombra de la sensual Torre Agbar concebida por Jean Nouvel e icono absoluto de la Barcelona post-moderna, se sitúa en el corazón del famoso 22@, barrio de las nuevas tecnologías lleno de innovadoras arquitecturas. El edificio, lanzado como un colosal brazo de tocadiscos encima del “escalextric” circular que constituye la plaza, debería ser finalizado en 2012. Al final, 30.000 m2 para un centro de investigación y de difusión sobre la arquitectura, el diseño gráfico, el diseño industrial y el diseño de moda. Un proyecto encargado en 2001 al estudio del famoso arquitecto barcelonés de Oriol Bohigas (autor de la Ciudad y del Puerto Olímpicos), pero que tardó 10 años en materializarse. Si la impresión 3D ya había estado a punto… Aunque no hubiera ayudado a desenredar (en principio) los embrollos políticos responsables del retraso.