16 de febr. 2011

El esfuerzo de la diplomacia cultural franco-mexicana se desploma por desencuentros judiciales frente al caso Cassez: se suspende el Año de México en Francia

Por Jordi Tresserras

El esfuerzo de la diplomacia cultural franco-mexicana se desploma por desencuentros judiciales frente al caso Cassez: se suspende el Año de México en Francia

Los presidentes Nicolás Sarkozy y Felipe Calderón decidieron estrechar lazos de unión y a través de un programa con un fuerte componente comercial y de diplomacia cultural abría el paso al 2011 como Año de México en Francia con un programa que incluía más de 350 manifestaciones estructuradas en cinco ejes: economía, ciencia y educación, cultura, turismo y gastronomía, así como desarrollo sustentable.

El pasado 3 de febrero se inauguraba el evento en el Museo de Orsay en presencia de los señores Xavier Darcos, Presidente del Institut français, Carlos Guzmán, Director de ProMéxico, Jean-Paul Herteman, Presidente del Grupo Safran y Presidente francés del Año de México en Francia, Miguel Alemán Velasco, Presidente del Consejo del Grupo Interjet y Presidente mexicano del Año de México en Francia, así como del Embajador de México en Francia, Carlos de Icaza. 

En relación con los actos culturales, destacaban exposiciones como la de las máscaras de jade mayas (Pinacoteca), Frida Kahlo y Diego Rivera (Museo de la Orangerie), Rufino Tamayo (Petit Palais), así como Gabriel Figueroa (la Concergerie). México era también invitado de honor en festivales de música y espectáculos en vivo (Río Loco en Toulouse, Détours de Babel en Grenoble, etc.), de cine (Travelling en Rennes, Festival de Cannes, París Cinema, Festival de Amiens, entre otros), de literatura (Festival Paris en toutes lettres, Salón del libro de la juventud de Montreuil) o de fotografía (Festival de Arles). La creación contemporánea también ocupaba un lugar especial gracias a un joven grupo de artistas mexicanos que presentaba su obra en el Museo de Arte Moderno. Paralelamente a esta programación, los organizadores habían planificado acciones dirigidas al gran público a través de eventos artísticos como las estatuas monumentales del escultor Rivelino en el Sena que estaba previsto presentar en el mes de marzo; la exposición de Alebrijes en los jardines de las Tullerías en el mes de julio; así como una gran fiesta mexicana prevista para el mes de septiembre.

La gastronomía mexicana, recientemente inscrita como patrimonio inmaterial de la UNESCO, también iba a ser celebrada a lo largo del año a través de encuentros con chefs mexicanos de renombre, seminarios y degustaciones en el marco de diversos salones (Salón del chocolate, por ejemplo).

Poco se esperaba que el fallo de la justicia mexicana que confirmó la sentencia de la condena por complicidad en secuestro contra la ciudadana francesa Florence Cassez tuviera las consecuencias que han llevado a las suspensión del Año de México en Francia a causa de las declaraciones formuladas por varios ministros y por el propio Jefe de Estado Francés contra la resolución de la justicia mexicana que negaba el traslado a Francia de la rea. El gobierno mexicano argumentó al respecto diferencias sustantivas entre los sistemas jurídicos de ambos países  y que el Convenio de Estrasburgo de ninguna manera obliga al Estado requerido a consentir a una solicitud de traslado.

Es sorprendente como un caso de orden estrictamente penal haya enturbiado las relaciones franco-mexicanas hasta el punto de suspender el Año de México en Francia. Se genera un contra efecto de lo que debía ser una programación de actividades para “permitir al público francés conocer la diversidad y riqueza del patrimonio cultural de México y su dinamismo creativo”, como expresaba la Declaración Conjunta México-Francia suscrita en septiembre de 2010. La medida pretende evitar que los artistas y creadores mexicanos, así como otros participantes en el programa, sean expuestos a manifestaciones ajenas al fin que los convocó originalmente. De todas maneras estos nos fueron consultados ya que la medida se tomó directamente desde la Cancillería.

El Gobierno de México ha anulado toda la programación prevista mientras no se constate que existen las condiciones indispensables para el desarrollo del Año de México en Francia conforme a los términos en que ambos gobiernos acordaron llevarlo a cabo.

En mi opinión esta cancelación más que un caso de dignidad es un símbolo de flaqueza ya que a mi buen entender las declaraciones de Sarkozy responden más a buscar ganar cuota de popularidad con acciones que fomenten el chauvinismo galo y desvíen la atención de la ciudadanía francesa. Se pierde así una oportunidad única de promocionar la cultura mexicana en un país que hubiera permitido ser un embajador clave en Europa y un espacio único para que promotores culturales de otros países seleccionaran y programaran otras manifestaciones como efecto contagio. Un caso que quedará plasmado como ejemplo de (des)diplomacia cultural.

1 comentari:

  1. Todo sigue igual... Podéis ver las últimas novedades del tema en este artículo del Universal
    http://www.eluniversal.com.mx/notas/745596.html

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